Contar con un presupuesto es vital para cualquier ONG. Una sin fines de lucro, que requiere de recursos para la realización de sus programas, tiene como imprescindible poder contar con un presupuesto confiable, que propicie una administración eficaz y el cumplimiento de sus objetivos. Una situación de iliquidez temporal o una de quiebra afectan negativamente tanto la imagen y reputación de la ONG como la de su personal gerencial y miembros de su Junta Directiva.
La importancia de preparar un presupuesto
La preparación de un presupuesto resulta elemental para una ONG que desee lograr una administración de fondos eficiente y eficaz. El presupuesto debe contener las características correspondientes a la operación de la ONG en cuanto a su naturaleza, oportunidad y alcance.
Oportunidad de realización de un presupuesto
Es recomendable empezar la planificación del presupuesto con uno o dos meses de antelación al comienzo del período fiscal de la ONG. El presupuesto normalmente debe ir de la mano con el ciclo operativo de la ONG, que generalmente obedece al año calendario (enero a diciembre).
Otras organizaciones pueden tener períodos diferentes, buscando emular el período fiscal de sus principales donantes o benefactores (gobiernos, entidades internacionales).
Personal a cargo de la preparación de un presupuesto
Tanto los miembros de la Junta Directiva, como él (la) Director(a) Ejecutivo(a) (o Gerente General) y demás personal gerencial deben participar en cada fase del proceso presupuestario, específicamente en aquellos rubros de los cuales son responsables. Para muchas ONG, la planeación y administración financiera son actividades que, más que unir, dividen.
Tradicionalmente, se entiende que la planeación es una tarea del (la) Director(a) Ejecutivo(a) (o Gerente General) , Directores de programas y la junta directiva. El manejo de asuntos contables y fiscales, incluso tributarios, se relaciona con el(la) Contador(a) o Director(a) Financiero(a) y, si aplica, el(la) Tesorero(a) de la Junta Directiva.
Así, los que planifican y los que manejan asuntos contables y fiscales suelen hablar idiomas distintos y tienen diferentes prioridades. Esto, en consecuencia, no hace que se aprecien las prioridades de cada una de estas actividades.
Las decisiones de planificación financiera son normalmente vistas como alejadas de la realidad económica de la ONG y de su entorno; mientras que las decisiones contables se consideran inflexibles en relación a la misión original de la Organización sin fines de lucro.
Por esta razón, se recomienda el establecimiento de un comité encargado de realizar el presupuesto, conformado por el (la) Director(a)Ejecutivo(a) (o Gerente General) , el(la) Director(a) Financiero(a) o Contador(a)y miembros de la Junta Directiva. Se logra así un balance reorganizador de las prioridades de todos los ámbitos de la ONG.
Por
Alberto Diamond